1. Introducción
  2. El diseño de la Torre Eiffel
  3. Una primera versión muy diferente
  4. La coinstrucción
  5. Duración de construcción record
  6. Debates y polémicas sobre la Torre Effel

La historia de la Torre Eiffel comenzó en el año 1855, cuando Eiffel consiguió el permiso para construirla para la Exposición Universal de París que había de celebrarse en el año 1889.


  1. Introducción

Casi cien personas se presentaron al concurso de ideas con el que se pretendía construir un monumento conmemorativo acorde con los tiempos de progreso que se estaban viviendo en París. Se quería dar una imagen al mundo de modernidad, y finalmente el elegido fue Gustave Eiffel, quien presentó un proyecto cuyo material de construcción básico era el hierro laminado. Más de 18.000 piezas de ese material y casi dos millones y medio de remaches hicieron falta para levantar una torre de 312,27 metros de altura.

Sin embargo, y a pesar de tratarse de una obra de gran envergadura, apenas se requirieron veintiséis meses de trabajo para acabarla. Los estudios sobre el proyecto se iniciaron en 1884, pero no se comenzó a construir hasta 1887, acabándola poco antes de la inauguración de la Exposición Universal en 1889.

Se pretendía desmontar la torre al acabar la exposición; su presentación al pueblo levantó una gran controversia producto del rechazo popular a una obra que no se entendía. Se estimaba que era demasiado modernista y que no pegaba con una ciudad de marcado estilo renacentista.

Su autor fue vilipendiado, y su gran obra solo se salvó cuando se hicieron pruebas de trasmisión radiofónica por la Armada Francesa desde la misma torre y se comprobó que funcionaban perfectamente. Su utilización como emisor y receptor y para la colocación de las antenas, que elevaron su altura hasta los 324 metros, hicieron que poco a poco el pueblo se acostumbró a verle y que llegaran los tiempos en que se apreció el verdadero valor de la que hoy es el símbolo de Francia en todo el mundo.


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  1. El diseño de la Torre Eiffel

El proyecto de una torre de 300 metros nació con motivo de la preparación de la Exposición Universal de 1889.

La apuesta era "estudiar la posibilidad de levantar sobre el Campo de Marte una torre de hierro, con una base cuadrada, con 125 metros de lado y 300 metros de alto". Seleccionado entre 107 proyectos, se aceptó el de Gustave Eiffel, empresario, Maurice Koechlin y Emile Nouguier, ingenieros y Stephen Sauvestre, arquitecto.

Los dos ingenieros principales de la empresa Eiffel, Émile Nouguier y Maurice Koechlin, en junio 1884 tuvieron la idea de una torre muy alta, diseñada como un gran pilar con 4 columnas separadas en la base a modo de patas que se unían en la parte superior, unidas entre sí por vigas metálicas dispuestas en intervalos regulares.

El proyecto de la torre era una extensión de este principio con una altura de 300 metros, es decir, el equivalente a la cifra simbólica de 1000 pies de los soportes de puentes. El 18 de septiembre de 1884 Eiffel patentó “un nuevo diseño que permitía construir soportes y postes metálicos capaces de alcanzar una altura superior a 300 metros”.

Para hacer el proyecto más aceptable de cara a la opinión pública, Nouguier y Koechlin solicitaron al arquitecto Stephen Sauvestre para que trabajara en la apariencia del proyecto.

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  1. Una primera versión muy diferente

Sauvestre propuso pedestales en las patas recubiertos con mampostería, arcos monumentales para unir las columnas y el primer nivel, grandes salas acristaladas en cada planta, un diseño en forma de bulbo para la cima y otros ornamentos para adornar la estructura en su conjunto. Por último, el proyecto se simplificó, pero se conservaron determinados elementos como los grandes arcos de la base, que contribuyen a darle su aspecto tan característico.

La curvatura de los montantes se determina matemáticamente para ofrecer la mejor resistencia posible ante el efecto del viento. Con las palabras de Eiffel: "Así toda la fuerza cortante del viento pasa por el interior de los montantes de las aristas. Las tangentes a los montantes ubicadas en puntos situados a la misma altura siempre terminan cortándose en el punto por el que pasa la resultante de las fuerzas que el viento ejerce sobre la parte de la pata que está encima de los puntos en cuestión. Antes de coincidir en la cúspide, las patas parecen surgir del suelo, y de alguna forma moldeadas por la acción del viento”.

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  1. La construcción

El montaje de las patas comienza el 1 julio 1887 para terminar veintiún meses más tarde.

Todos los elementos se prepararon en la fábrica de Levallois-Perret cerca de París, sede de la empresa Eiffel. Cada una de las 18.000 piezas de la torre fue diseñada y calculada antes de ser trazada al milímetro y ensamblada por elementos de unos cinco metros. Sobre el terreno, entre 150 y 300 obreros, dirigidos por un equipo de veteranos en grandes viaductos metálicos, se encargaron del montaje de este gigantesco mecano.

Cuatro hombres para colocar un "remache"

Provisionalmente las uniones se fijaron en su lugar con ayuda de bulones, remplazados posteriormente por remaches colocados en caliente. Cuando se enfrían, se contraen asegurando así la fijación de las piezas unas contra otras. Se necesita un equipo de cuatro hombres para colocar un remache: uno para aplicar calor, uno para sujetarlo en su sitio, uno para dar forma a la cabeza y el último para golpearlo con un mazo. Sólo una tercera parte de los 2.500.000 remaches utilizados en la torre se colocaron directamente sobre el terreno.

 

Las patas reposan sobre cimientos de hormigón instalados unos metros bajo el nivel del suelo sobre una cama de grava compacta. Cada arista metálica reposa sobre su propia pilastra, unida a las demás mediante muros, sobre la cual ejerce una presión de 3 a 4 kilos por centímetro cuadrado.

En el lado del Sena, se utilizaron artesones metálicos estancos y aire comprimido inyectado lo cual permitía a los obreros trabajar bajo el nivel del agua.

 

La torre se montó con ayuda de andamios de madera y pequeñas grúas a vapor fijadas a la misma torre.

El montaje de la primera planta se realizó con la ayuda de doce andamios provisionales de madera y de 30 metros de altura, y cuatro andamios más grandes de 45 metros.

Unas "cajas de arena" y unos gatos hidráulicos, sustituidos posteriormente por calzos fijos, permitieron regular la posición de la carpintería metálica con presión milimétrica.

La unión de las grandes vigas del primer nivel se completó el 7 diciembre 1887. Las piezas se izaron con ayuda de grúas a vapor que subían a su vez por la torre, utilizando las correderas previstas para los ascensores.

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  1. Duración de construcción record

5 meses para construir los ciminetos.

Sólo se necesitaron cinco meses para construir los cimientos y veintiún meses para ensamblar la parte metálica de la torre.
Es una velocidad récord, si se tienen en cuenta los medios rudimentarios de la época. El montaje de la torre es una maravilla de precisión, como reconocieron todos los cronistas de la época. Con fecha de inicio en enero 1887, la obra terminó el día 31 marzo 1889. Gustave Eiffel fue condecorado con la Legión de Honor en la estrecha plataforma de la cima.

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  1. Debates y polémicas sobre la Torre Eiffel
Incluso antes de haber terminado su construcción, la torre ya estaba en el ojo del huracán de los debates. Ridiculizada por las críticas de grandes nombres del mundo de las letras y las artes, la torre supo sobreponerse y disfrutar del éxito merecido.
 
Después de la publicación de diversos panfletos o artículos durante todo el año 1886, las obras no habían hecho más que comenzar cuando el 14 de febrero 1887 tuvo lugar una protesta de los artistas.
Publicada en el periódico Le Temps, esta "Protesta contra la torre del Sr. Eiffel" va dirigida al Sr. Alphand, director de obras de la Exposición. Firmada por algunos grandes nombres del mundo de las letras y las artes : Charles Gounod, Guy de Maupassant, Alexandre Dumas fils, François Coppée, Leconte de Lisle, Sully Prudhomme, William Bouguereau, Ernest Meissonier, Victorien Sardou, Charles Garnier y otros a quienes la posteridad ha favorecido menos.

Otros panfletistas van más allá con esta violenta diatriba e hicieron tales injurias como : "trágica lámpara de calle" (Léon Bloy) ; "esqueleto de atalaya"(Paul Verlaine) ; "mástil de hierro de aparejos duros, inconclusos, confusos, deformes" (François Coppée) ; "pirámide alta y flaca de escalas de hierro, esqueleto gigante falto de gracia, cuya base parece hecha para llevar un monumento formidable de Cíclopes, aborto de un ridículo y delgado perfil de chimenea de fábrica" (Maupassant) ; "un tubo de fábrica en construcción, un armazón que espera ser cubierto por piedras o ladrillos, esta alambrera infundibuliforme, este supositorio acribillado de hoyos" (Joris-Karl Huysmans).

 

Las polémicas se terminaron por sí solas cuando se terminó la construcción de la torre, ante la presencia incontestable de la obra acabada y el inmenso éxito popular que cosecha. Recibió dos millones de visitantes durante la exposición de 1889.

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